viernes, 13 de septiembre de 2013

El estreno, los nervios y esas cosas que siempre vienen al caso

Había una película de Freddy (si mal no recuerdo la 2) en la que un personaje encontraba el diario íntimo de una persona que vivía en su misma casa y que iba relatando cómo soñaba y soñaba con el asesino hasta que en la última página decía "X murió"...Bueno, así se debe haber sentido lo que pasó en mi blog. Relatando impresiones previas al rodaje de "El conductor" hasta el día anterior al rodaje y después nada.

Bueno, no, no morí.

Tuve ataques de nervios, enfermedades varias psicosomáticas (más que nada gripes incomprensibles que duraron horas) y etcétera pero estoy.

Se llama estar MUY NERVIOSO eso.

Ahora, ¿por qué estar nervioso? Porque si, supongo que es mi manera de vivir las cosas de un modo intenso. Obviamente algún día voy a tener que dejar de canalizar de esa manera mis pasiones. Pero mientras tanto, es lo que hay.

"El conductor" ocupó un lugar muy grande en mi vida en los 4 años que tardó en concretarse. No voy a repetir mis juegos de palabras al respecto porque creo que en algún posteo ya lo hice.

¿Hay vida después de "El conductor"? Si, obvio que la hay, es un proyecto grande, gigante, estresante, hermoso y muchas cosas más; pero es un proyecto, la punta de lanza de otros, el que te marca que ahora no podés concebir el cine del mismo modo que lo hacías antes. Que hay que ser más ambicioso. Estoy en mi intento de dar ese pasito. Así como a la Voyager 1 le costó cruzar al espacio interestelar donde todo es total incertidumbre, a mi, obviamente me asusta animarme a dar ese paso.

Hay gente hermosa que me ayudó en todo este proceso, gente que estuvo en Rodaje, gente que me vio dibujar y diagramar plantas que hasta yo temía que fueran incomprensibles, otros me escucharon decir "¿y si no estoy a la altura?", gente que vio como después de una jornada de rodaje larga y agotadora mi preocupación era saber cuánto había salido Barcelona - Real Madrid por la Copa del Rey, o escuchar por radio Boca - Barcelona (De Guayaquil), porque, cómo repetía constantemente, "Necesitaba tener preocupaciones mundanas". Todos ellos fueron parte de este proceso, cada uno desde su lugar, ya sea por actuar confiando en las ideas que podía tener un pibito de 25 años; o por formar parte de un equipo técnico que aun sabiendo mucho, tenía que día a día aprender algo nuevo; o simplemente por estar a mi lado en el momento exacto y preciso en el que lo necesitaba.

A todos ellos les digo GRACIAS, y me quedo corto, muy corto. Es algo que nunca voy a poder devolver en la misma medida que me dieron. Hago mi intento, pero siempre me parece insuficiente.

El 26 DE SEPTIEMBRE es el día de la verdad, el día en que una pantalla gigante va a mostrar el fruto de todos esos años de trabajo. Es el día en el que voy a intentar contener mis lágrimas, aunque seguramente sea imposible.

Con la emoción, las ganas y el miedo voy a estar sentado viendo, escuchando, sintiendo cada uno de esos 495 segundos que dura.

No es un error tener miedo, el miedo es importante siempre que no paralice. El miedo significa que hay algo importante que cruzar, una etapa de mi vida que se termina y le va a dar lugar a otras.

Sigo esperando que llegue el día.